Al detallar las características del aprendizaje de los niños y niñas, es evidente que no se aprende aquello que no motiva o genere algún tipo de interés, según Garcia (2012), si algo no motiva se debe a que no genera emociones positivas que impulsen a la acción en esa dirección. Esta es la clave de considerar a las emociones como parte fundamental del aprendizaje.
Por lo anterior, nuestro proyecto educativo institucional se establece teneonedo encuenta a la práctica pedagógica como un proceso de vital importancia donde el docente como mediador de los aprendizajes está vinculado con los estudiantes y por ende logra identificar los aspectos emocionales más significativos en ellos. Desarrollar conjuntamente habilidades de autorregulación cognitivo emocional partiendo de que, los conflictos y las situaciones difíciles siempre van a estar en el diario vivir y en lo personal como profesional, es la puerta para crear y creer que los procesos emocionales deben empezar desde la motivación facilitadora de un pensamiento crítico, reflexivo e integral, basado en acontecimientos reales direccionado al aprendizaje emocional.